miércoles, 24 de diciembre de 2008

Feliz Navidad / Merry Christmas / Joyeux Noël / Frohe Weihnachten / Buon Natale / Feliz Natal / С Рождеством / 聖誕快樂 / عيد ميلاد مجيد


Mensaje navideño...





Especial Nochebuena...




¡Ríete tú de Jim Carrey! ¿No os parece?

Fuera de bromas, el gran Jerry Lewis fue, junto con los dibujos animados de la época, las bandas sonoras de unas cuantas películas emblemáticas y las dinámicas sintonías de la Vuelta Ciclista a España, uno de los culpables de mi afición al jazz desde mi más remota infancia. A lo largo de mi vida he recordado infinidad de veces estas escenas y hoy, felizmente, las he encontrado en YouTube para poder compartirlas de nuevo con vosotros.

Un abrazo muy grande para todos y mucho ojo con la cartera y con la carretera, que en estos días anda por ahí mucho aprovechado y mucho loco suelto.

¡Salud, paz y mucho amor! ¡Y que el jazz sea siempre con vosotros!


PD: Y esto de propina.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Palomas callejeras / Don't Get Around


Miguel Ángel Monda y Andrés Santos

(Al Sr. Troglo Jones, por su semblanza de Pee Wee Russell).

El pasado 24 de octubre quedamos Monda y yo con el clarinetista Andrés Santos para ensayar en Alhama. Era la tercera o cuarta vez que ensayábamos juntos. Andrés, que ha estado por diversas razones más de dos años alejado de los escenarios y sin sacar apenas el clarinete de su estuche, se apuntó hace un par de meses a tocar con nosotros de vez en cuando. Después de dos o tres bolos bastante gratificantes hemos decidido ensayar con cierta regularidad, bien en Murcia (en mi casa o en la de Monda) o en Alhama (en un bajo que los caseros de Andrés le permiten utilizar) a fin de ir apuntalando un repertorio.

Aquella tarde habíamos quedado concretamente para comenzar a estructurar como trío algunos de los temas de fingerpicking que Monda y yo hacemos a dúo, y "Don't Get Around" fue uno de ellos. Como casi siempre llevo la cámara, hice algunas fotos y varias tomas de sonido.

Debo resaltar que era la primera vez que Andrés y Monda tocaban juntos este tema y que estuvimos todo el rato más pendientes de fijar una estructura que de la propia interpretación. Yo me limité a marcar con las escobillas sobre mi chucalho y mi cajón flamenco. Siento cierta predilección por este tipo de archivo de uso interno, grabado sin pretensiones, efímero y funcional, en donde hasta los errores tienen su sitio y cumplen una misión.

Igualmente intrascendentes y rudimentarios son el vídeo y las imágenes de las palomas, tomadas el 26 de octubre (dos días después del ensayo) mientras esperaba a que me sirvieran mi pedido en una casa de comidas para llevar. Uní ambos archivos sin pretensiones, en un abrir y cerrar de ojos, por puro divertimento. Como el vídeo duraba bastante menos que la música, no tuve más remedio que cubrir con créditos el tiempo que restaba.

¡Saludos y salud!

lunes, 10 de noviembre de 2008

Welcome Obama



Durante los días previos al 4 de noviembre me dio por fotografiar algunas noticias sobre Barack Obama aparecidas en los diferentes periódicos que pulularon por mi casa. De pronto me pareció que, a vista de pájaro, determinadas imágenes dialogaban entre sí, que se complementaban como las piezas de un rompecabezas. La estatua de Colón expulsando a Bush y señalando a Obama; Obama sonriendo a Hamilton o tendiéndose la mano a sí mismo... Esto es: la actualidad reinterpretándose a sí misma y revelando otras realidades...




































El día 3, lunes, cuando la victoria de Obama estaba prácticamente cantada, monté con algunas de estas fotos, en plan divertimento y un poco al tuntún, un audiovisual bastante rudimentario que titulé Welcome Obama y describí como "reflexión política expresada audiovisualmente a través de las propias noticias e imágenes de prensa que la suscitaron".

La música es una reliquia que reencontré hace unos días por casualidad y que, dados los circunstanciales orígenes del candidato demócrata, que tanto han dado y darán que hablar, me vino al pelo para ilustrar musicalmente las imágenes; se trata de una improvisación grabada, si no recuerdo mal, en 2003 (aunque bien pudo ser uno o dos años antes) con una kalimba africana cochambrosa, durante el descanso de la grabación de una maqueta con Pedro Hita, un cantautor de quien no he vuelto a saber nada desde entonces.

Precisamente hace un rato le confesaba a un amigo que, nada más enterarme del triunfo de Obama, mis primeros pensamientos fueron para Louis Armstrong, Duke Ellington, Charles Mingus, Eric Dolphy, Billie Holiday, Ella Fitzgerald... ¿Qué sentirían si vivieran todavía...?

¡Welcome Obama! ¡Y salud!

domingo, 2 de noviembre de 2008

Over The Rainbow


Así amaneció en mi balcón el 31 de octubre.

Octubre dijo adiós con luminoso abrazo... Anoche lo contaba en mi otro blog. Pero hoy, con el espectacular arco iris impreso aún en mi retina, me ha venido a la mente la dulce melodía de “Over The Rainbow”, tan pegadiza –y en ocasiones tan pegajosa, todo hay que decirlo– que no consigo sacármela de la cabeza.

He buscado alguna de las versiones que cantó Ella Fitzgerald y he encontrado esta, magnífica, en la que alguien confundió a la gran Sarah Vaughan con ella (nunca mejor dicho). Escuchadla entera, que es una delicia. ¡Qué bonica la joven Sarah!

Saludos, salud... y suerte.


miércoles, 22 de octubre de 2008

'La Gran Vía. Una parábola del siglo XX', de Llorenç Barber y Enrique Máximo.


Enrique Máximo y Llorenç Barber.

Pues a mí sí me gustó, como ciudadano y como músico, el concierto para motores, tubos de escape, ruedas, cláxones, sirenas y alarmas, voces, tambores, instrumentos de viento, carracas, cánulas, timbres, tracas y fuegos artificiales que el pasado día 12 tuvo lugar en la Gran Vía. Mi más sincera enhorabuena a su ideólogo y director artístico, Enrique Máximo, y a Llorenç Barber, compositor y director musical. Y, cómo no, a su carismático y providencial coordinador, el músico y profesor Iñaki Verástegui. Y a los más de ochocientos concienzudos y pacientes participantes que con tanto entusiasmo y valentía se implicaron en el proyecto.

De eso se trataba, de que aquella noche fuéramos todos músicos: policías y bomberos, conductores de autobuses y ambulancias, coches fúnebres, motos, bicis y vehículos en general; de que todos los ciudadanos, independientemente de nuestra ideología política, nuestras creencias religiosas, nuestra profesión y nuestra procedencia, estuviésemos allí representados; se trataba de que nuestras herramientas de trabajo, nuestros automóviles, nuestras sirenas y alarmas se convirtieran en instrumentos musicales y transformaran en música el caos en el que vivimos inmersos y con el que, a costa de nuestra salud física y mental, logramos a duras penas familiarizarnos.

Y es que somos muy ruidosos; con diferencia, los seres más ruidosos de la creación; tapamos nuestros ruidos con más ruidos y no dejamos que se escuche la música del mundo. Ordenar esos ruidos, acallarlos, secuenciarlos, darles forma, convertirlos en música, reducirlos a una partitura y conseguir implicar a tantos ciudadanos constituye sin duda un ejercicio de integración digno de alabanza y uno de esos contados logros imposibles de los que sólo es capaz el ser humano cuando se moviliza por una causa común.

En cierto modo, todos los instrumentos se imitaban unos a otros: los motores soplaban, los trombones rugían, las gargantas rechiflaban, los cláxones explosionaban, las alarmas cantaban, las voces ardían, los monopatines encendían las mechas y los cohetes se morían de la risa. El final fue impresionante, un crescendo hipnótico de tambores que desembocó en una apoteósica traca de carcasas. Para mí fue una aventura musical extraordinaria (y muy cercana al jazz) y la constatación, una vez más, del enorme poder de la música para absorber, aglutinar, estimular, convocar y conciliar conciencias y corazones.

Pese a que se propugnase como el concierto de clausura de la segunda edición de Alter Arte –un festival que, en efecto, ha alterado las artes y los ánimos tal vez demasiado prematuramente– la verdad es que el proyecto de este concierto en la Gran Vía nació hace muchos años (poco después de aquel otro de campanas, también de Barber y Máximo, “Laudate Dominum. Noche de Conjuros”, que tuvo lugar en Murcia el 30 de mayo de 1991) y ha estado desde entonces aguardando su turno en un cajón. Gracias a aquellos por cuya perseverancia se ha hecho, por fin, realidad.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Mis fotos del XI FIJSJ



¿Qué-qué-qué hay de nuevo, amigos? Dos meses sin decir "esta sopa es mía" son muchos meses, pero han pasado deprisa. Nos pasamos la mitad de las vacaciones procurando acostumbrarnos a ellas y, cuando lo conseguimos, se terminan. Así, de golpe y porrazo. De manera que no sé muy bien por dónde empezar. A mí en verano el cuerpo me pide la horizontalidad, el mar, la arena, la siesta, hacerme el muerto dejándome mecer por las olas, y siento aún muy fuerte la inercia que toda esa lasitud ha desencadenado en mi interior y que me impide regresar del todo.

En todo este tiempo apenas he leído, ni he escrito, ni he tocado; a cambio, me he bañado, he caminado, he dormido, he paseado en bicicleta... He procurado descansar y recargar mis baterías todo lo posíble para, a fin de cuentas, poder a mi regreso hacer frente de nuevo a todas mis responsabilidades y actividades cotidianas.

Pero también he oído mucho jazz, tanto en directo como en grabaciones. Y he hecho un sinfín de fotografías. Por eso, mientras medito y redacto mi próxima entrada, me permito dejaros con un par de tandas de fotos hechas por mí en el XI Festival Internacional de Jazz de San Javier. Es una forma de salir del paso y deciros "¡Hola!"..., y que ya os iré visitando uno por uno.

El tema que escucháis, Tijuana Gift Shop, de Charles Mingus, dura 3:52 minutos y se emite desde un vídeo que he colgado más abajo, al final de las entradas. En realidad es un álbum de fotos de Tijuana hechas por un tal Ma::Bo. Dejaré puesto el auto play por un tiempo y pronto lo quitaré. Os lo digo por si queréis quitarlo o manipularlo vosotros en cualquier momento.

Septiembre se me antoja corto...

¡Salud!






viernes, 18 de julio de 2008

"Rabo de Nube", de Charles Lloyd Quartet


Si me dijeran pide un deseo,
preferiría un rabo de nube,
un torbellino en el suelo
y una gran ira que sube.
Un barredor de tristezas,
un aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza.

Si me dijeran pide un deseo,
preferiría un rabo de nube,
que se llevara lo feo
y nos dejara el querube.
Un barredor de tristezas,
un aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza.

-SILVIO RODRÍGUEZ, 'Rabo de Nube'-


"Al final, todo consiste en cantar una melodía desde el interior
del alma; algo que ayude a liberar el espíritu."

-CHARLES LLOYD-

Amigos, amigas, amantes del jazz y cómplices de viajes a través de este espejo de luz en el que todos nos asomamos: hoy me voy a la playa definitivamente con la familia y lo más probable es que no vuelva a dar señales de vida hasta bien entrado septiembre.

Sobreviviré, no lo dudéis.

Pero no podía marcharme sin despedirme antes de vosotros del mejor modo posible, para agradeceros vuestra existencia, vuestra pasión por el jazz y por la vida; vuestros discos, vuestras fotos, vuestras cosas; vuestra paciencia cuando me doy rienda suelta (como ahora) al escribir y me extiendo sin pudor en los comentarios que os dejo en vuestros blogs. La mayoría de las veces es realmente una necesidad de desatarme, de liberarme incluso de mí mismo.

Tampoco podía marcharme, Santiago, sin agradecerte la entrañable reseña que hiciste de mi libro y las precisas y preciosas palabras de pimentón molido que le dedicaste. ¡Y pensar que un libro mío ha llegado hasta Ceuta para que lo lea un murciano de mi barrio!

Y ni mucho menos podía irme sin hablaros de jazz, simplemente de jazz, que es, al fin y al cabo, lo que nos convocó aquí desde un principio.

Y hoy le ha llegado el turno a este disco reciente y personalísimo de Charles Lloyd, que lleva el título de un tema del cantautor cubano Silvio Rodríguez: Rabo de Nube (ECM REcords, 2008); un tema, por cierto, del que Lloyd ha hecho una versión sumamente evocadora y respetuosa, adaptándolo a su jazz impresionista con una delicadeza y un lirismo que atraviesan el corazón.

Sinceramente, no sé qué decir de este disco (soberbio, magistral, imprescindible, inclasificable... ). Hay que escucharlo, porque, como ante toda obra de arte verdadera, cualquier calificativo se queda corto.

Uno de sus muchos alicientes es que fue grabado en vivo el 24 de abril de 2007 en el Teatro Basel, (en Basel, Suiza). Todos los temas, salvo el que da título al álbum, son de Lloyd.

¿Y qué me decís de los músicos de los que se acompaña? Jason Moran al piano, Reuben Rogers al contrabajo y Eric Harland a la batería. Lloyd, que además del saxo tenor toca la flauta travesera y el tarogato, les da amplia cancha a todos ellos; sobre todo a Moran, quien figura en Rabo de Nube por cortesía de Blue Note Records y, sin ánimo de exagerar, podría firmar este trabajo como suyo por su labor descomunal .

Pero también Rogers y Harland brillan esplendorosamente en muchos momentos del concierto. En temas como Sweet Georgia Bright todos se lucen.

No dudéis en coger esta nube por el rabo. Después, recostaos en el sofá y cerrad los ojos... Os garantizo que os hará volar muy alto.

En fin, lo dicho, amigos. Feliz verano y "que cuando escampe / parezca nuestra esperanza".

* * *

(NOTA: Aquí podéis escuchar unas breves muestras de los temas e incluso ver algunas fotografías interesantes del cuarteto).

domingo, 6 de julio de 2008

Con Vero Quartet en el Altiplano


Mi menda, José Antonio, Verónica y Tiziano.

Anoche volví a tocar con tres buenos amigos: Verónica Tejero, José Antonio Muñoz y Tiziano Garoffolo. Fuimos contratados, a través de uno de nuestros enlaces en la zona (EV Music), para amenizar el cóctel posterior a una ceremonia muy particular: una boda entre dos hombres.

Se celebró por todo lo alto en Yecla, en el chalet familiar de uno de los contrayentes, y fue organizada con gusto y precisión hasta en los más mínimos detalles. Nosotros fuimos a escenario puesto (ni siquiera tuvimos que llevar equipo de sonido) ya que después de la cena tocaba una magnífica orquesta de baile, Énfasis, que unos días antes se había ofrecido, en un gesto muy poco habitual de generosidad y compañerismo, a facilitar nuestra labor y hacernos las cosas lo más cómodas posible.

La foto de arriba nos la hizo, precisamente, Javi, uno de los vocalistas de la orquesta. Estas dos las hice yo después de la prueba de sonido.


El mueble de Tiziano.


Mi chiringuito.

Y antes de cambiarnos para la actuación nos hicimos estas, también con mi móvil.


Tiziano.

Con Tiziano vengo trabajando, desde hace varios años, en distintas formaciones. Es simpático, alegre, hablador, siente pasión por el jazz y toca el contrabajo con una energía contagiosa. Nació en Lecco, en el norte de Italia, y vive en España desde 1999. En Murcia ha formado parte de dos de los grupos más emblemáticos de los últimos años: Tempo Libre y Acho Trío. Y es también colaborador habitual de Juan Pablo Zielinski y su Banda Inaudita.


Verónica y, en primer plano, la mano fumadora del teclista.

Verónica tiene una voz prodigiosa y es todo corazón, con empaque y presencia de auténtica dama del jazz. Nació en Segovia, pero vive en Murcia desde que era una niña. Nos conocimos a mediados de los noventa. En 1996 entró a formar parte del grupo Quasar y en 1998 grabamos el CD Otra manera. Hemos ensayado y tocado juntos cientos de veces. Hace unos años formó su propio cuarteto, Vero Quartet, y hoy es ya un referente en la escena jazzística regional.


José Antonio.

A José Antonio Muñoz lo conozco desde que era prácticamente un zagal, un campeón imbatible de futbolín al que denominábamos "El Brillante". Hace diez o quince años le dediqué esta copla:

Brilla con su propio brillo,
ya cercano, ya distante;
tiene mucho de chiquillo
José Muñoz "El Brillante".

Y no mucho después, esta otra que ha de recitarse acompañándose con los correspondientes gestos de la mano:

Todos los vicios que tengo
se cuentan con una mano:
el tabaco, la bebida,
el juego, el sexo y el piano.



José Antonio es, como yo, autodidacta. Comenzamos a colaborar oficialmente a finales de 1993, en un trío llamado Trimotores junto al saxofonista Pol López Alcantud. En 1994 fundamos, con el clarinetista Andrés Santos y el bajista Pascual Saura (hoy bajista de M-Clan), la primera formación del grupo Quasar. Desde entonces no hemos dejado de tocar y colaborar con formaciones y proyectos de toda índole, compartiendo risas, llantos y aventuras inolvidables.

José Antonio y Verónica no sólo son pareja artística: están casados y tienen una hija, Lucía, que ha heredado todo el arte y la inteligencia de ambos.

La foto que sigue la hizo José Antonio.
*

Hacía calor, pero Vero y yo estábamos tan frescos.

Y ya durante la actuación tuve tiempo de hacer estos dos últimos disparos.


Vero y Tiziano ordenan los papeles y a José Antonio le pican los mosquitos.


Verónica y Tiziano, pensativos antes de comenzar un tema.

Qué buen rollo, ¿verdad?

¡Ah! Para quienes no lo sepáis: cuando digo "en el Altiplano" es porque Yecla forma, junto con Jumilla, la comarca más septentrional de la Región de Murcia, denominada Altiplano murciano.


viernes, 4 de julio de 2008

Un ensayo inaudito



Cuando acudo a un ensayo, el corazón me late exactamente igual que cuando voy a una actuación. Dejando a un lado si los ensayos son tanto o más importantes que las actuaciones, mis sensaciones físicas y mentales a la hora de afrontarlos son las mismas.

Dicho lo cual, ayer tuvo lugar un ensayo inédito para todos cuantos participamos en él: Miguel Ángel 'Monda', Juan Pablo Muñoz Zielinski, Oti (aún no conozco sus apellidos) y un servidor. Quedamos en La Torre de la Horadada, localidad de la costa alicantina más próxima a la de Murcia, donde mi suegra tiene una casa; a Juan Pablo, que está pasando unos días con su madre en una playa cercana, le venía muchísimo mejor ensayar allí.

El ensayo fue el primero de una serie que hemos de hacer antes de tocar, en agosto, en la galería de arte La Ribera, sita en un antiguo hangar de la estación ferroviaria de Balsicas.

La de ayer es sólo una sección de la formación o conjunción de formaciones que esa noche tocaremos. Juan Pablo está entusiasmado elaborando un programa (aunque el repertorio estamos consensuándolo entre todos) que llevará por título "Zielinski y amigos", para celebrar una fiesta pictórico-poética-musical que Emilio Morales, gestor y director de la galería, ha convertido en los últimos años en punto de encuentro veraniego donde cientos de amigos se dan cita.

Además, y lo digo bien alto: con Juan Pablo se aprende, se aprovecha, da gusto ensayar... Sabe organizarse, tiene don de mando y, sobre todo, conoce muy bien a los músicos y saca siempre lo mejor de cada uno y de sí mismo. Toda su vida está entregada a la música.

Otros de los músicos que participarán en el evento son el magnífico guitarrista Ramón Leal y la joven baterista Mariana Hernández.

No voy a desvelar ahora el programa, que es algo muy distinto al repertorio; primero porque se trata de un proyecto de Juan Pablo, y segundo porque aún está en ciernes; pero no veáis qué bien sonaban ayer tarde clásicos como Satin Doll, Wave o Corcovado con dos violines, guitarra y percusión.

Pues eso: un ensayo inaudito.

La foto de arriba la hizo 'Monda'; las cuatro que siguen, yo. Todas con mi móvil.









Mañana toco en Yecla con Vero Quartet. Ya os contaré.

¡Salud!

martes, 17 de junio de 2008

Un bolo palpitante con Antonio Pomares y Andrés Santos (hace sólo unas horas)



Veni, vidi, vinci. Esta noche pasada he vuelto a tocar, tras varios meses sin hacerlo, con mi delicado amigo Antonio Pomares, natural de Orihuela y uno de los más enamorados y apasionados divulgadores de la bossa-nova, la samba y, en general, toda la música brasileña popular (axé, choro, forró, etcétera). Hemos tocado en trío, junto al clarinetista Andrés Santos, con quien colaboro asiduamente en otros grupos desde hace muchos años (¡casi veinte!) Ambos son músicos excepcionales, con los que siempre me lo paso bien.



A Antonio le suelo llamar amistosamente 'Toninho de Pomaraes'; y él a mí, 'Sebastiao Tapajós' (pronunciando "tapa-yos" y añadiendo gravemente: "el que tapa sus yos"). Nos conocemos desde hace treinta años y las veces que hemos tocado juntos son tan incontables como memorables. Antonio, realmente, parece brasileño; su estilo, su voz, su discreta y primorosa forma de cantar, su ritmo, nos devuelven al más puro y genuino origen de la bossa-nova.


Y Andrés, jumillano, virtuoso intérprete de clarinete y de clarinete bajo (en verdad es multi-instrumentista, pues domina igualmente los teclados, todo tipo de flautas y los saxos alto y tenor; sin ir más lejos, esta noche también ha tocado la melódica, la flauta dulce y el pífano), además de, sería injusto silenciarlo, prolífico compositor, consumado arreglista e improvisador nato, aporta siempre toda su sabiduría y convierte cada bolo en una experiencia nueva y enriquecedora. Esta foto que sigue me la ha hecho él después de hacer yo las otras.


Hemos tocado en el Restaurante Casablanca de Cobatillas (localidad muy próxima a Santomera), en una de las terrazas que dan a los jardines. La excusa: una convención de bodegueros y vinicultores que han presentado los vinos y cavas de una cincuentena de bodegas repartidas por toda la península y parte del extranjero, con más de trescientos caldos para catar. Yo, prudentemente, he probado sólo cuatro, los suficientes para tocar alegre y desinhibido (que es lo que el jazz-bossa necesita). Para mi sorpresa, me he encontrado con varios viejos amigos de mi generación y con el maestro de la serigrafía Pepe Jiménez, quien desde su privilegiado taller en la Ermita de la Colonia (Balsicas) trabaja últimamente junto a diversos pintores murcianos en unos formatos espectaculares.

La velada fue fantástica. Buen sonido y buen hacer. Y proliferaron los contactos (con lo que el pan para mañana quedó garantizado).

No existe mejor sensación, aparte de tocar, que la que queda cuando un bolo sale bien.

(Nota: todas las fotos están hechas con mi móvil en los instantes previos a la actuación).

lunes, 2 de junio de 2008

Con Thelonius S. Monk en 1999



Hola de nuevo, amigos. Como ando muy liado, el próximo viernes me voy a París with my wife, o, mejor dicho, avec ma femme, y lo más seguro es que no me dé tiempo a editar las dos o tres entradas que tengo aún pendientes, aprovecho la nueva de que esta mañana, a través de Jazz Ceuta, he visitado por primera vez un magnífico blog de jazz –Jazzeando sin límites– cuya última entrada versa sobre el incomparable y mítico pianista Thelonious Monk, para animarme a digitalizar y atreverme a mostrar esta foto en la que aparezco junto a su hijo, el baterista Thelonious S. Monk, con quien tuve la suerte de compartir escenario en Murcia durante el 19 Festival Internacional de Jazz en la Calle. Por aquellas fechas, Thelonious S. Monk lideraba una soberbia big band con la que le rendía un espléndido homenaje a su padre en un espectáculo titulado Monk on Monk. Un día de estos buscaré las fotografías que hice con mi Praktica (con ella nos hizo esa foto el baterista Miguel Ángel Orengo después de las pruebas de sonido) durante aquel concierto y, si encuentro algunas que estén bien, las mostraré aquí.

Perdonadme la vanidad de descolgar de su sitio y colgar para vosotros una foto enmarcada de mi realidad más íntima, pero he sentido el impulso de querer compartir el momento en que, sin moverme de mi ciudad, a escasos metros de mi casa, los azares de la vida me permitieron abrazarme al hombro robusto de un hombre sencillo, simpático, accesible, un excelente músico que porta en sus genes y carga sobre sus espaldas (y, muy probablemente, en su cuenta corriente) nada menos que el legado de Thelonious Monk, el gran monje del jazz, de quien soy humilde devoto desde hace más de treinta años.

Sentí que me abrazaba con toda la Historia del Jazz.

¡Saludos y salud!

viernes, 23 de mayo de 2008

Dhafer Youssef & Wolfgang Muthspiel




I want to hold you close like a lute,
so we can cry out with loving.

You would rather throw stones at a mirror?
I am your mirror, and here are the stones.

(RUMI, Persian Poet and Sufi, 13th Century)


En Murcia no damos abasto. Con esto de vivir a salto de mata, se me olvidó comentaros que, inmediatamente después del 28 Festival Internacional de Jazz, dio comienzo el IX Festival Murcia Tres Culturas –un festival único en el mundo– con una programación francamente extraordinaria (pinchad aquí y podréis verla).

Ayer tuvo lugar, en el acogedor Patio de las Claras, uno de los conciertos más bellos e impresionantes de esta edición que ya termina: la del genial compositor, virtuoso laudista y magistral cantante tunecino Dhafer Youssef junto al no menos maravilloso y diestro guitarrista austriaco Wolfgang Muthspiel, hoy justamente considerado como uno de los mejores músicos de Europa.



La verdad es que no tengo palabras para describir las emociones y estremecimientos que experimenté durante el recital. Baste decir que se me saltaron las lágrimas en más de una ocasión.







Dhafer Youssef no sólo toca el laúd como los ángeles, sino que canta con una voz sobrehumana que parece emanar del principio de los tiempos. En sus composiciones se funden mágicamente la espiritualidad sufí, la música hindú y el jazz más contemporáneo.




Wolfgang Muthspiel es un pozo sin fondo repleto de recursos, dotado de un talento y una técnica descomunales. Hacía mucho tiempo que no escuchaba ni veía a un guitarrista tocar con tanta sensibilidad y destreza.



Ambos se avienen y se complementan como si hubiesen nacido el uno para el otro. Resulta casi inconcebible que dos músicos, dos almas, puedan crear y dar tanto sobre un escenario. ¡Qué capacidad y cuánta complicidad y clarividencia!



Un espectáculo sencillamente prodigioso, en el que interpretaron, a dúo, los temas de Glow, un soberbio álbum grabado y producido por el sello discográfico de Wolfgang Muthspiel, Material Records, con la colaboración de músicos de la talla de Tom Harrell (trompeta y friscornio), Alegre Correa (batería y percusión), Mathias Pichler (contrabajo) y Rebbeka Bakken (voz); en él, Muthspiel toca, además de las guitarras, el violín y el fender rhodes.


No obstante, y lo digo con el corazón en la mano, jamás cambiaría ni un millón de discos por un concierto en directo como el de ayer.

Qué más puedo decir...

¡Ah, sí! Que mañana sábado, a las 19:30 y a las 21:00 horas, tendré la doble oportunidad de ver y oír en el Jardín de Floridablanca a Deodato Siquir Trío. ¡Sí, Esther, como lo “oyes”!

¡Ya os seguiré contando!

* * *

Postdata: la cita del principio aparece en el interior de Glow; pertenece al poeta y sufí persa del siglo XIII RUMI y viene a decir más o menos esto:

Quiero celebrar que te cierres como un laúd,
de modo que podamos clamar amorosamente hacia fuera.

¿Deseas arrojar piedras a un espejo?
Yo soy tu espejo, y aquí tienes las piedras.


Texto y fotografías: Sebastián Mondéjar.

martes, 13 de mayo de 2008

Jason Moran & The Bandwagon...


...from the CAM



to the JAM...



Hola, amigos. Me he animado al ver que Esther Cidoncha ha editado en su última entrada seis excelentes fotografías de Jason Moran, Tarus Mateen y Nasheet Waits, realizadas durante las pruebas de sonido previas al concierto que ofrecieron el pasado viernes en Madrid, y he decidido modificar mis planes de referirme al concluido y lluvioso 28 Festival Internacional de Jazz de Murcia siguiendo un orden cronológico para mostraros, en primer lugar, las fotos que les hice a los susodichos en el Salón de Actos de la CAM y La Muralla, justo un día antes de que Esther los fotografiara en El Johnny.

Su actuación en Murcia estaba prevista al aire libre, en el Auditorio Municipal, uno de los escenarios habituales de pasadas ediciones del festival, pero la necesaria lluvia obligó, por fortuna para algunos y por desgracia para muchos, a trasladarla a la CAM. Quienes tuvimos la suerte de enterarnos del cambio disfrutamos de uno de los mejores conciertos de jazz de los últimos años y en unas condiciones acústicas insuperables (como todos, músicos y público, nos merecíamos); quienes acudieron al Auditorio y lo encontraron cerrado, tuvieron la mala suerte de perdérselo.

Indudablemente, hubo falta de previsión. Sabíamos que iba a llover. ¿Por qué no se planificaron y se divulgaron con suficiente antelación los diferentes cambios de escenario? Ya hablaremos de ello más detenidamente. Lo que está claro es que, como le dije no hace mucho al Sr. Troglo, los murcianos vivimos y sobrevivimos a salto de mata. Es nuestro sino.

Mis fotos, desde luego, no tienen nada que ver con las de Esther. Son meramente testimoniales. Eso sí: llevan mucha vida dentro. Cuando hable sobre el festival os mostraré algunas más (quien avisa no es traidor).


Tarus Mateen


Nasheet Waits

El concierto fue, digo, soberbio. Los músicos se mostraron en todo momento relajados y afables, pero a la vez muy concentrados en su tarea. Parecía que no habían salido de casa; y es que en verdad son gente que anda con su casa (que es el jazz) a cuestas. Comenzaron a tocar como si estuvieran ya calientes, como si no hubiesen dejado de tocar nunca, y ante un público sumergido en un solemne silencio, tan necesario para apreciar la música verdadera. De pronto, toda la historia del jazz, la pasada y la que está aún por llegar, comenzó a hacerse presente y a entrar por nuestros oídos.


Jason Moran en plena cirujía jazzística.



Así de tenso estuvo Tarus Mateen durante toda la sesión.



El gesto de Nasheet Waits refleja a las claras lo mal que lo pasó.
* * *
Después vinieron los aplausos, los bises (los músicos no llegaron ni a salir del escenario, ¡estaban que se tocaban encima!) y más aplausos. Luces. Ahora sí. Hasta otra.

Les hice una foto a Miguel Ángel Orengo y a Nasheet Waits, que ya se conocían.



Y otra a los pianistas Pedro Baños y Javier Bermejo con Jason Moran.



Pero Jason no perdía el tiempo. A la salida del hemiciclo se puso a vender y a firmar discos.


Yo le compré este, magnífico, que incluye algunos de los temas que interpretaron esa noche.



Y aquí estampó su firma.



Después nos fuimos cada cual a cenar deprisa y corriendo para, media hora más tarde, acercarnos a la jam session organizada por Zarangojazz en La Muralla.

Ya mostraré otras fotos. La jam fue larga y sonada y una de las más intensas y brillantes de los últimos tiempos. El caso es que cuando, ya bien avanzada la noche, Jason Moran & The Bandwagon decidieron subir al escenario, a mi cámara apenas le quedaba batería y sólo me dio tiempo a hacerles cuatro o cinco fotos durante el primer tema, que interpretaron en solitario.


Tras Jason Moran, algunos músicos expectantes de Zarangojazz.



Se le ve serio, pero de repente sonríe y parece un niño.



Tarus Mateen tocó sin su bajo rojo pero con todo su fuego.



Nasheet Waits es un orfebre de la batería.

Para el segundo tema, Jason pidió a gritos un saxofonista, pero en ese momento aún no había hecho acto de presencia Patxi Valverde, que llegó tarde, así que le tocó subir, un poco a regañadientes, al clarinetista Andrés Santos, un músico y compositor jumillano que aún tiene mucho que decir en el terreno del jazz.
* * *
En el tercer tema, Nasheet Waits inició un ritmo endiablado con el charles y yo no puede evitar sacar de mi bolsa el chucalho brasileño. Jason y Tarus me pidieron a gritos que subiera. A partir de ahí, improvisación pura. Nos salió uno de esos temas de los que se suele decir “¡Qué pena no haberlo grabado!”. Pero así es la vida y así es el jazz. Lo que cuenta es lo que gocé y lo libre que me sentí con ellos. Hubo, además, muy buena dinámica, como si nos conociéramos desde siempre, y el público lo agradeció.
* * *
Una jam inolvidable. ¡Qué me quiten lo tocao!
* * *
Al terminar, Miguel Ángel Orengo se me acercó y me dijo al oído que me había hecho algunas fotos. ¡A ver si es verdad y me las mandas, Miguel Ángel, que tú ya tienes las que yo te hice a ti!

Un año sin Julio Muñoz

[Obituario publicado hoy en la edición impresa del Diario La Opinión de Murcia bajo el título 'Un año sin un emblemático bajista de ...