sábado, 12 de enero de 2008

Templos del jazz murciano





Me vais a permitir que esta primera intervención de 2008 la dedique en exclusiva a felicitar, personalmente y en nombre de Zarangojazz, a los dos locales que sin duda hoy más contribuyen, en perfecta sintonía con nuestra ya veterana asociación, a mantener viva la llama del jazz en la región de Murcia: La Muralla y Jazzazza. Sinceramente, creo que el balance de 2007 ha sido, para ellos y para nosotros, extraordinario: todos los grupos de jazz estables de la región pasaron por sus escenarios (Traffic Jam, Funk Thing, Vero Quartet, Sopassoup, Tempo Libre, Smart Set Quartet, Caro Ceice, IMP, Escobijazz, Abdón Sánchez Quartet, The Hot Cinco...) y las jam sessions programadas puntualmente por Zarangojazz, con una altísima participación de músicos y aficionados, superaron noche tras noche todas las expectativas, poniendo una vez más de relieve el interés que despierta el jazz que nace y se hace en Murcia, el enorme potencial del que disponemos y la abundante energía que genera. Antonio Coy en La Muralla y Jota & Brother en Jazzazza, conscientes de la demanda y coherentes con la realidad, están ayudando a canalizar toda esa energía y a colocar el listón a la altura que nuestros músicos se merecen. ¡Esperamos que en 2008 la superen!

Aunque la última actuación del año en La Muralla, el pasado 27 de diciembre, fue tan redonda que bien podríamos catalogarla como insuperable. El modélico grupo Smart Set Quartet se estrenaba con su nuevo componente, el saxofonista alicantino Lolo García, que supuso todo un gran descubrimiento para quienes tuvimos la suerte de poder estar allí aquella noche. De verdad, ¡qué fuerza, qué dominio, qué gozada! Después de varios años creciendo como Smart Set Trío y tras puntuales y esporádicas apariciones en cuarteto o en sexteto (junto al flautista Marcial Picó, el saxofonista Pierre León y el trompetista Pep Antón), siempre a un altísimo nivel, espero que Javier Bermejo, Andrés Lizón y Curro García, tres músicos excelentes, perfectamente conjuntados y con una complicidad envidiable, consoliden esta formación para mayor gloria del jazz murciano-alicantino. Por lo pronto, tengo entendido que a principios de febrero tendremos la oportunidad de volver a oírlos en el Aula de Cultura de la oficina central de la CAM, donde no hace mucho pudimos escuchar al ilustrísimo Benny Green en inmejorables condiciones acústicas y atmosféricas. ¡No os los perdáis! ¡Allí nos vemos!

Mientras tanto, aquí os dejo con algunas fotos del concierto. Tened en cuenta que la cámara que uso últimamente es poco más que una caja de cerillas; su lente es más 'lenteja' que otra cosa y jamás utilizo el flash por no provocar un incendio ni poner en riesgo la integridad física y mental de los músicos. Las luces durante los conciertos suelen ser tan bajas que difícilmente puedo obtener una imagen medianamente nítida. Pero ello no es en absoluto incompatible con lo que busco o intento capturar, que a veces no pasa de ser un rastro de luz en la oscuridad.


¿El Espíritu de La Muralla? No. Curro García, quien puso,
como siempre, toda su alma.



Lolo García y Curro García. Físicamente no se parecen porque no son hermanos.



Quien sí estuvo fue el espíritu de Coltrane.



Lolo García y Javier Bermejo se entendieron a la perfección.



Javier Bermejo al carboncillo.



Javier Bermejo y Andrés Lizón, marineros en el mismo barco.



Aunque parezca lo contrario, a Andrés Lizón no se le fue
en ningún momento la cabeza.



Curro García estuvo toda la noche seguro e impecable
y sacó a relucir toda su sabiduría.

Por otra parte, la última vez que acudí a Jazzazza fue el pasado 30 de noviembre, con motivo de la celebración de su tercer aniversario. ¡Qué ambientazo! Tocaron los fabulosos The Hot Cinco, que aquel día tuvieron doblete y llegaron ya calientes (pero en perfecto estado de revista) y también con una agradable y oportuna novedad en sus filas: el pianista Carlos Sáez. Carlos es un pianista virtuoso, extraordinariamente creativo y al mismo tiempo prudente y contenido, que se adapta bien a todos los terrenos; pero nunca lo había escuchado haciendo dixieland al más puro estilo de Chicago. Fue una sesión magnífica, idónea para acompañar una conmemoración de ese calibre. Aquella noche capté también algunas imágenes. Y mi caja de cerillas me sorprendió de nuevo.

* * *

Mirad cómo dibujó, también al carboncillo, a Miguel Ángel Orengo.

The Hot Cinco tocaron como los ángeles: endiabladamente. La situación lo requería. ¡Qué ritmo, qué fuerza, qué alegría transmitieron!

* * *

Carlos Sáez sustituyó al banjista tenor Pablo Orenes.



¿Verdad que Carlos transmite confianza y seguridad?



Aquí, Oliver König y Carlos Sáez parecen sacados de una película de los años 30.



Oliver König, excelente músico y perfecto anfitrión.



Oliver König en pleno vuelo.



Rafael Herrero es el contrapunto ideal para un clarinetista
de la talla de Oliver König.



Parece un cuáquero, pero Rafa es de Santomera.



El contrabajo de Pablo Fojo es siempre la mejor
columna vertebral para cualquier grupo.



Pablo demostró que es también un magnífico percusionista.



Miguel Ángel Orengo en una pose muy velazqueña.



Orengo eleva el ritmo a la categoría de 'aforitmo'.

Repito: mi más profundo agradecimiento, como músico y aficionado, a Jazzazza y La Muralla. Y mi más sincera enhorabuena a su gestión; porque al permitir, generosa y continuadamente, que nuestro jazz crezca entre sus muros están haciendo historia. Y sin ningún tipo de ‘abono’ institucional.

4 comentarios:

Esther dijo...

Veo que estás "viviendo" las dificultades de ser fotógrafo de jazz, y eso me gusta. Uhmmmm, buenas fotos! Lugares oscuros, grandes contrastes con los instrumentos, reflejos radicales, movimiento que swinsinea, una sonrisa, una mirada.

Vale, pues viva La Muralla y Jazzazza!!!!!!!!!! Espacios vivos de jazz en la noche murciana!

un abrazo.

MARINA dijo...

Tengo un amigo que antes vivía en Algezares...lástima que nunca le hiciéramos una visita, porque siempre tenía el Jazzazza en la boca. Normal.

Preciosas fotos Sebastián, me ha encantado la de Andrés Lizón de espaldas!

Es una suerte tener sitios como estos, la verdad. Lástima que en este sobrio y gris rincón de la región no contemos con ninguno...aquí 'no está de moda la cultura'. En fin.


Gracias una vez más por tu visita.
Un beso grande.

Lucía dijo...

¡Qué envidia me dais los murcianos, con tantos festivales! ¿Dónde se escucha la mejor música todo el año? Pues allí.
Soy fan número uno de La Mar de Músicas, varias de mis vacaciones veraniegas me las pasé allí sólo para poder asistir al festival.
Besos.

Félix Amador dijo...

¿Qué te voy a decir? En Huelva no hay un sólo club de jazz y hay que ir sobornando gente para enterarse de dónde hay algún bolo. Al final, se pasa el año y si la universidad no programa algún concierto tienes que salir de la provincia para oír jazz en vivo.

Las fotos me han gustado mucho. El blanco y negro ayuda, el contraste en esas situaciones de luz pobre de que hablas, también ayuda, y la pasión que le pones... no digamos.

Enhorabuena.

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