jueves, 31 de diciembre de 2009

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Amigos, apenas he tenido tiempo para navegar durante estas fiestas, pero no me olvido de vosotros. Prometo visitar vuestros blogs y responder a vuestros comentarios en los primeros días del año que se nos echa encima. Mientras tanto, os dejo con una panorámica del último atardecer de 2009 desde mi terraza y con una de las mejores versiones de "All Blues" que he oído nunca.

¡Que el jazz os dé salud y que 2010 os traiga peace, love and happiness!



[Del CD Now Dig This!, A Vocal Celebration Of Miles Davis (Concord Records, 1997). Dennis Rowland: voz; Joe Sample: piano; Wallace Ronney: trompeta; Chuck Berghofer: contrabajo; Gregg Field: batería.]

jueves, 24 de diciembre de 2009

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Sí, amigos..., ¡hace frío ahí fuera!, así que espero que paséis la Navidad bien calentitos. Que el jazz os dé salud. Y no comáis ni bebáis más de la cuenta..., ¡pero tampoco menos!

martes, 15 de diciembre de 2009

Joe Pass: 'Portraits Of Duke Ellington'



"Hace unas semanas, durante la visita a mi garito de Miguel Ángel "Monda" y Sebastián Mondéjar, les rescaté un vinilo para mí histórico: Portraits Of Duke Ellington". Así comienza el post que nuestro buen amigo Andrés Garrido redactó hace unos días.

Andrés tiene una de las colecciones de discos de vinilo más impresionantes que yo nunca he visto, y siempre se refiere a ellos con la sabiduría, la pasión y la contundencia del verdadero coleccionista.

Efectivamente: hace unas semanas, Monda y yo revivimos en el estudio de Andrés el placer de escuchar este magnífico álbum a la antigua usanza; y ahora, gracias a que lo digitalizó, podemos escucharlo allí donde queramos. Sin ir más lejos, aquí os dejo con este viejo tema que bolo a bolo también nos ha ido haciendo viejos a nosotros...



Y os traigo asimismo la contraportada de la cubierta del LP, por si os apetece leer los créditos y los comentarios de Benny Green gentilmente traducidos al castellano por un tal Juan G. Basté (¿alguien ha oído alguna vez hablar de él? En mi búsqueda por la red sólo he dado con un dramaturgo llamado así que se dio a conocer en 1957 con una obra titulada 'Multiplicado por cero'; también ha aparecido un tal Joan Basté, autor de la novela 'El Evangelio según Joan Basté', publicada en 1978. En fin..., quien quiera que fuera, ¿dónde andará ahora ese tal Basté?).

domingo, 29 de noviembre de 2009

Charles Mingus Presents Charles Mingus



Si hay un músico al que vuelvo una y otra vez como si fuera siempre la primera, ese músico es Charles Mingus. Y cuando digo Mingus, digo Dannie Richmond; digo Eric Dolphy, Clifford Jordan, Shafi Hadi, Ted Curson, Jimmy Knepper, Jacki Byard y tantos otros..., grandes músicos que junto a Mingus dieron lo mejor de sí y junto a los que Mingus pudo dar rienda suelta a sus composiciones.

Durante los últimos treinta años de mi vida, su música siempre me ha acompañado; y si hay algo de lo que estoy plenamente convencido es que, sin ella, mi vida no habría sido la misma. Son muchos los discos de este rey del jazz a los que regreso con renovada frecuencia, y hoy le ha llegado el turno a una de las principales joyas de su corona: Charles Mingus Presents Charles Mingus, grabado para el sello independiente Candid en los Nola Penthouse Sound Studios de Nueva York el 20 de octubre de 1960; esto es, que en el momento de redactar estas líneas hace de ello exactamente cuarenta y nueve años, un mes y nueve días.

Un álbum magistral, arriesgado, arrogante, reivindicativo, con una formación insólita en la carrera del contrabajista y sumamente vanguardista para la época: Charles Mingus, contrabajo y voz; Ted Curson, trompeta; Eric Dolphy, saxo alto y clarinete bajo; y Dannie Richmond, batería y voz.

He escogido el tema que, en gran medida, dio lugar a este álbum excepcional: "Fables Of Faubus", cuya letra había sido censurada por Columbia unos meses antes para la grabación de otro álbum mítico: Mingus Ah Hum. La canción, una de las obras más explícitamente políticas de Mingus, fue escrita como protesta contra el gobernador de Arkansas, Orval E. Faubus, quien en 1957 envió a la Guardia Nacional a la Little Rock Central High School para impedir la integración de nueve adolescentes afroamericanos. En aquella ocasión, la ausencia de las voces fue compensada por los saxos de John Handy, Booker Ervin y Shafi Hadi, el trombón de Jimmy Knepper y el apoyo armónico de Horace Parlan.

Pero la cosa, claro, no podía quedar ahí, y Mingus se desquitó poco después grabando esta versión totalmente revolucionaria; aunque la sombra de Columbia era alargada y la canción no pudo reeditarse con el título primitivo, de modo que decidió llamarla "Original Faubus Fables".

En todo caso, con o sin letra, esta fue una de las composiciones que Mingus retomó más a menudo a lo largo de su carrera, tanto en estudio como en concierto. Hay otra versión fantástica, de casi media hora de duración, que no me canso de escuchar y que me ha sido imposible subir a Goear: la que aparece en el histórico concierto The Great Concert Of Charles Mingus, grabado en vivo el 19 de abril de 1964 en el Teatro de los Campos Elíseos de París; pero, como digo, este "Original Faubus Fables", con el subversivo mano a mano y los impagables coros de Charles Mingus y Dannie Richmon, más los solos apasionados de Ted Curson y Eric Dolphy, no tiene parangón con ningún otro, y representa por sí solo el espíritu predominante a lo largo de todo el álbum, que no es sino el espíritu salvaje, lúcido, poético y comprometido del gran Mingus.



Oh, Lord, don't let 'em shoot us!
Oh, Lord, don't let 'em stab us!
Oh, Lord, don't let 'em tar and feather us!
Oh, Lord, no more swastikas!
Oh, Lord, no more Ku Klux Klan!

Name me someone who's ridiculous, Dannie.
Governor Faubus!
Why is he so sick and ridiculous?
He won't permit integrated schools.

Then he's a fool! Boo! Nazi Fascist supremists!
Boo! Ku Klux Klan (with your Jim Crow plan)!

Name me a handful that's ridiculous, Dannie Richmond.
Faubus, Rockefeller, Eisenhower
Why are they so sick and ridiculous?

Two, four, six, eight:
They brainwash and teach you hate.
H-E-L-L-O, Hello.

[¡Oh, Señor, no dejes que nos acribillen a tiros!
¡Oh, Señor, no dejes que nos apuñalen!
¡Oh, Señor, no dejes que nos cubran de alquitrán y nos emplumen!
¡Oh, Señor, no más esvásticas!
¡Oh, Señor, no más Ku Klux Klan!

Nómbrame a alguien que sea ridículo, Dannie.
¡El Gobernador Faubus!
¿Por qué está tan enfermo y es tan ridículo?
No permite la integración en las escuelas.

Entonces es un idiota! ¡Abajo los nazis fascistas que se consideran superiores!
¡Abajo el Ku Klux Klan (con su plan Jim Crow)!


Nómbrame a un puñado de seres ridículos, Dannie Richmond.
Faubus, Rockefeller, Eisenhower,
¿Por qué están tan enfermos y son tan ridículos?

Dos, cuatro, seis, ocho:
Te lavan el cerebro y te enseñan el odio.
H-O-L-A, hola.]

domingo, 22 de noviembre de 2009

The Thad Jones / Mel Lewis Jazz Orchestra



Sí, amigos. Eclecticismo puro: Consummation (1970). Probablemente, el mejor álbum de, probablemente, la mejor big band de la historia del jazz: The Thad Jones / Mel Lewis Orchestra. Entre otras razones, porque dio a luz, y nunca mejor dicho, la que sin duda es la composición más celebrada del prolífico Thad Jones: su inmortal "A Child Is Born".

Recabando información, hace unos días encontré en Goear esta grabación de un magnífico monográfico emitido en un programa radiofónico, en la que, si os lo tomáis con calma, podréis escuchar en orden aleatorio una nutrida selección de temas de este álbum magistral: "Ahunk Ahunk", "Us", "Dedication" y "A Child Is Born".



Y de propina, cuatro vídeos impresionantes que me encontré por el camino. Verlos también lleva su tiempo; pero, si no los conocéis, no dejéis de hacerlo.

El primero es sencillamente espectacular. La orquesta interpreta un tema electrizante, "Once Around", la pieza que abría precisamente su primer álbum grabado en estudio, Presenting Thad Jones / Mel Lewis & The Jazz Orchestra (1966), si bien ya había sido registrado el mismo año durante una grabación en directo en el Village Vanguard que, sin embargo, no se editó hasta el año 2000: Opening Night. Qué unísonos, qué dinámica, qué elenco de metales. Atentos a los solos de Danny Moore, Pepper Adams, Roland Hanna y Mel Lewis.



En este y en el siguiente vídeo, Thad Jones se lo pasa pipa dirigiendo. La orquesta propiamente dicha la componen, además de su co-líder Mel Lewis a la batería,el pianista Roland Hanna, el contrabajista Richard Davis, los trompetistas Richard Williams, Snooky Young, Danny Moore y Jimmy Nottingham; los trombonistas Jimmy Knepper, Garnett Brown, Jimmy Cleveland y Cliff Heather; y la incomparable reed section, los saxofonistas (en realidad, casi todos eran multiinstrumentistas) Jerome Richardson, Jerry Dodgion, Seldon Powell, Eddie Daniels y Pepper Adams. Ahí es nada.

"The Groove Merchant" es una composición del gran Jerome Richardson. Fijaos en los solos de Richard Hanna y Richard Davis y en cómo flirtea éste último con el silencio. El tema fue incluido un año después en el álbum Central Park North .(1969)



Los dos siguientes vídeos se grabaron durante una sesión en directo diferente. En ellos podemos escuchar, esta vez sí, a Thad Jones alternando su júbilo como director y su virtuosismo con el friscornio. En el primero interpretan, con unos arreglos exquisitos, "St. Louis Blues", el popular tema de William Christopher Handy que la Thad Jones / Mel Lewis Orchestra incluyó en Monday Night (1968), otro de los álbumes grabados en vivo en el Village Vanguard . Qué decir de los solos de Bob Brookmeyer, Jerome Richardson y del propio Thad Jones...



Como habréis comprobado, la formación de la orquesta varía sensiblemente en relación con la de los dos primeros vídeos. Entre los trompetistas podemos ver (fila de arriba, primero por la izquierda) a un joven Randy Brecker. El tema que viene a continuación, "Just Blues", no aparece registrado, que yo sepa, en ninguno de los álbumes grabados por la orquesta, lo que otorga a este documento un valor especial.

Pues eso..., que con este tema, just, I say goodbye...

¡Salud y jazz, amigos!

martes, 17 de noviembre de 2009

Monda Trío + Marcial Picó en La Muralla fotografiados por Goio Villanueva



Como ya os anticipé a finales de septiembre, el pasado jueves 22 de octubre toqué con Miguel Ángel Monda y Andrés Santos en La Muralla. Aquella noche los astros fueron generosos y acudió un nutrido grupo de amigos entrañables, entre los que se encontraban el fotógrafo Goio Villanueva y el flautista Marcial Picó.

Cierto es que también estuvo allí Rafa Márquez, quien colgó al día siguiente tres espléndidas fotografías en su Web, que desde entonces podéis admirar pinchando ahí mismo, en la imagen de la columna de la derecha; pero para él me reservo una entrada en exclusiva. Sólo diré que cuando conocí a Rafa, hace ya algunos años (¡el tiempo pasa deprisa!), era todo un maestro de la fotografía de la naturaleza y, por decirlo de algún modo, el fotógrafo oficial de los conciertos de Jazzazza desde sus orígenes; ¡a saber lo que atesora desde entonces entre sus archivos!



Goio Villanueva es un experto, leal e infatigable fotógrafo trotaconciertos al que conocimos años atrás en el Festival de Jazz de San Javier. Como también es un hombre extraordinariamente generoso, hace escasamente dos días nos envió una exhaustiva selección de las innumerables fotos con las que nos inmortalizó aquella noche, de las que yo, a mi vez, he seleccionado unas cuantas para mostrarlas aquí. En la susodicha columna de la derecha hay un enlace a otra serie que nos hizo, también en La Muralla, durante una conjunción muy, muy especial.



Marcial Picó es para mí el paradigma de buen músico, buen compañero y buen amigo a la vez; baluarte del mejor jazz que en las tres últimas décadas se ha venido haciendo en la región, dentro del ámbito de la música clásica y la didáctica musical su currículum es, por demás, impresionante. Con Marcial y con el guitarrista José Sánchez (primo hermano mío) formé, a principios de los 80, Tabuleiro Trío, mi primer grupo de jazz propiamente dicho, del que algún día os comentaré algo. Marcial tenía sólo diecinueve años, pero ya dejaba volar su sensibilidad y su don para la improvisación, totalmente innatos. Desde entonces he tenido la suerte de volver a tocar con él en muchas ocasiones; la última, aquella noche en La Muralla, en donde tuvo a bien acompañarnos en tres o cuatro temas.



Pero ahí no acaba todo. Con nosotros estuvieron, codo con codo, Andrés Garrido y Jesús Jiménez, amigos y compañeros de ondas radiofónicas, que grabaron el concierto de principio a fin; aunque, por avatares del directo, no quedaron del todo satisfechos con el resultado, sobre todo con el de las percusiones. Cosas de los micrófonos y de la acústica del local. La verdad es que..., je, je..., el charles parece que, en vez de marcar, estornudara. Me es igual. Se esforzaron como titanes, y en La Muralla sonó muy bien. Como prueba de su labor os dejo con un par de fragmentos, en los que creo que se aprecia notablemente todo de lo que son capaces Marcial y Andrés con sus respectivos instrumentos.

El primer tema no necesita presentación.












El segundo tema, interpretado en trío, es una composición de Andrés Santos de mediados de los 90. La tocamos mucho en aquella época con nuestro grupo Quasar, pero está recién incorporada al repertorio con Monda. Además de tocar el clarinete como un ángel, Andrés es un prolífico compositor y un consumado arreglista. Desde que lo conozco (creo recordar que él también tenía diecinueve años cuando empezamos a tocar juntos) le vengo insistiendo para que edite un trabajo netamente personal.









Y ya para finalizar, os dejo con tres retratos magistrales de Andrés Santos tocando la melódica.

¡Gracias, Goio! ¡Salud de cuerpo y alma, amigos!








jueves, 12 de noviembre de 2009

¡Qué noche la de La Fídula!



Sí, amigos..., ahí me tenéis, tan vivo y humeante como un volcán a punto de entrar en erupción y fotografiado nada menos que por Esther Cidoncha, la fotógrafa de jazz más grande de nuestra galaxia. ¿Dónde? En el Café Concierto La Fídula. ¿Cuándo? El sábado pasado, en el transcurso de una noche mágica que insufló en nuestros espíritus nuevos bríos, grandes emociones y muy buenos augurios para el futuro; una noche que nunca olvidaremos quienes tuvimos la suerte de estar allí.

La foto, desde luego, fue producto de la inmediatez y de la improvisación. Y, cómo no, de la agilidad y la pericia de Esther. Ya habíamos dejado de tocar; yo acababa de encender un cigarrillo (jamás fumo mientras toco en público, que conste) y Esther me pidió que me sentara bajo uno de los focos con el udu; realizó algunos disparos y, con un gesto, me pidió que me pusiera el cigarrillo en la boca; inhalé una gran bocanada y la expulsé inmediatamente... Y ahí me cazó. Una foto magnífica y sorprendente que, dejando a un lado cualquier polémica sobre el tabaco, constituye para mí toda una alegoría; sin duda, es el mejor retrato que me han hecho hasta ahora y con el que más plenamente me identifico como músico.

En el blog de Esther podéis ver más fotos y leer la emocionante crónica que Miguel Ángel Pérez, rara avis de la crónica jazzística madrileña, ha escrito sobre esa noche; una noche que, en mi caso, dio comienzo el día anterior. Porque mi viaje a Madrid fue, de principio a fin, un todo orgánico, una travesía marcada y dirigida por el jazz, y no podría ni querría desligar unas de otras las escalas que me condujeron a La Fídula.

Intentaré explicarme procurando ser lo más breve posible... (¡aunque la cosa va para largo!).

El viernes por la tarde partí, con el coche cargado de cacharros, hacia Madrid con la intención de hacer noche en Albacete, en casa de mi hermana, y reanudar camino al día siguiente, con luz diurna y ya lo suficientemente descansado. Durante el trayecto aproveché para escuchar algunas de mis últimas adquisiciones: Enrico Pieranunzi, Enrico Rava, Paolo Fresu...



Pero nada más llegar a casa de mi hermana me encontré con una sorpresa: una amiga me había dejado una invitación para asistir a uno de los conciertos del Festival de Jazz de Albacete, que esos días se celebraba en el emblemático Teatro Circo de la ciudad. Y allá que me fui. En cartel, una querida amiga mía: la cantante, pianista y compositora cubana Maye Azcuy, acompañada por un cuarteto magistral.


Maye Azcuy Quintet.


Maye Azcuy.


He olvidado el nombre del pianista. Subsanaré el despiste cuanto antes.


Maikel Vistel.


Reinier Elizarde Ruano, alias "El Negrón".


Arnaldo Lescay.


Maye Azcuy Quintet.

Tras el concierto, nos fuimos a cenar y, después, a la jam session de la Sala Pussy Wagon. Qué nivel. Y qué llenazo. Disparé algunas fotos como pude, pero ya no me preocupé por averiguar cómo se llamaban los músicos.






Eso sí, Maikel Vistel y Arnaldo Lescay continuaron dando guerra...





A las dos y media de la madrugada me fui a dormir. En la habitación que mi atenta hermana me había preparado, el espíritu del jazz aún me miraba fijamente a los ojos, sonriéndome con enigmática sonrisa...




A las nueve me levanté, desayuné con mi cuñado y mi sobrino, y reemprendí la ruta hacia Madrid. Esta vez fui alternando a Charles Mingus con los temas de Banda Inaudita que formaban parte del repertorio para La Fídula.

Nada más llegar, ensayo; luego, preparativos, puesta en marcha, prueba de sonido... Sólo tuve tiempo de hacer esta instantánea, dos horas antes del concierto...


Oti Fidalgo y Juan Pablo Muñoz Zielinski.

Al poco, el público comenzó a hacer acto de presencia, llegaron los amigos (alguno que otro, sumamente ilustre)... Y llegó la hora de la verdad. Como, obviamente, durante la actuación no disparé ni una sola foto, os dejo con "A su bola" el primero de los temas de Banda Inaudita que interpretamos después de la primera parte barroco-poética; así os haréis una mejor composición de lugar y una idea aproximada de lo que aconteció aquella noche. Este fue uno de los temas de transición hacia los tres temas jazzísticos finales.



Después de nuestra actuación había programada una jam session. Gran variedad de músicos de toda índole pululaban por el local, ansiosos por comenzarla. Trío base: Sebastián Chames (piano), Héctor Oliveira (contrabajo) y Nirankar Khalsa (batería).


Nirankar Khalsa.


Nirankar Khalsa y Héctor Oliveira.


Nirankar Khalsa y Héctor Oliveira.


Sebastián Chames y Nirankar Khalsa.

Y entre otros muchos, ¿sabéis quiénes aparecieron por allí? Los hermanos Vistel; sí, los Vistel Brothers, Jorge y Maikel Vistel; con éste último había estado la noche antes en Albacete. ¡Qué musicazos! ¡Estos tíos son infatigables!


Jorge Vistel.


Maikel Vistel.


Los Vistel Brothers.


Andrés Litwin.


Una vocalista espontánea.

En fin..., aquella noche me acosté a las seis y media de la madrugada, me levanté a las doce, me hice un café triple y me vine para Murcia de un tirón, escuchando a Steve Swallow, a Bobby McFerrin, a Pat Metheny y a Jaco Pastorius...

Probablemente, cuando llegué pesaba uno o dos kilos menos..., pero me había traido conmigo una tonelada de felicidad.

Os dejo, para terminar, con otra de las fotos que Esther me hizo entre tema y tema, durante la actuación. Lo que muestro a la cámara es uno de mis sonajeros en forma de huevo. Ahora que me veo, es curioso..., me encontraba detrás de la batería, en la Fídula, y mismamente parece que estoy en el salón de mi casa. ¿Lo habré soñado todo y no me he movido de aquí?



Gracias de nuevo, Esther, maestra.

¡Salud, jazz y poesía, amigos!

martes, 10 de noviembre de 2009

The Villain in his Corner: Racking between noise and smoke...



Lo he traducido al inglés para ver cómo sonaba, y así lo he dejado. El Villano en su Rincón: Trasiego entre ruido y humo... La primera frase es el nombre de una sección fija de la contraportada de Sinfín, el suplemento cultural del diario La Opinión de Murcia; la segunda, el título que la minuciosa periodista Nieves B. Jiménez puso a la semblanza que le hizo al villano de turno; es decir, a mí.

Como veréis, se trata de todo un clásico ("La casa de... Fulano", "Así vive... Mengano"), uno de los géneros periodísticos más estables y socorridos de la historia del periodismo. He de precisar, aunque sé que lo sabéis, que El Villano en su Rincón alude a una celebérrima obra del Fénix de los ingenios.

La verdad es que no tenía ninguna intención de hacerle eco alguno a esta reciente "aparición pública" (que salió en el susodicho suplemento el pasado 2 de octubre y, desde el 6 de noviembre, puede verse también en la edición digital); pero, hace unos días, mi joven amigo y admirado fotógrafo y diseñador Joaquín Clares, autor del magnífico retrato que acompañaba el texto, me envió la foto original, y he pensado que sería una pena no compartirla con vosotros.

Así que ahí va. ¡Gracias, Joaquín!


Y para terminar de rizar el rizo, o de echarle morro al post y haceros su lectura más entretenida, ahí va un tema mío que conjuga las dos facetas a las que hacía referencia la semblanza. Así sabréis lo gore que puedo llegar a ser en un momento dado. El tema lo compuse a mediados de los 90, lo titulé "No seas gallina" y formó parte de un CD grabado en 1998 con uno de mis grupos de entonces, Quasar, titulado Otra Manera. La verdad es que no quedé muy satisfecho con el resultado, pero ya lo superé. Ante todo, quise hacer un tema directo y popular, algo así como un romance de ciego en clave de jazz. De modo que se lo dedico a Puto Bocazas, el loro prácticamente desaparecido del señor Troglo Jones, ¡para que no sea gallina y salga más a la palestra!

¡Salud, jazz y poesía, amigos!

Un año sin Julio Muñoz

[Obituario publicado hoy en la edición impresa del Diario La Opinión de Murcia bajo el título 'Un año sin un emblemático bajista de ...