
Mi amigo Miguel Ángel Monda está que se sale. Independientemente de nuestros otros proyectos en común, desde principios de año nos venimos reuniendo en mi casa dos días a la semana con el fin de montar en dúo una docena larga de composiciones suyas, verdaderamente originales y atractivas, que más pronto que tarde daremos a conocer. El caso es que todos nuestros ensayos quedan registrados de principio a fin con una estupenda grabadora digital que él compró hace aproximadamente un par de años, en la que no sólo se recogen los temas en cuestión, sino también las pausas, los ruidos de la calle, las toses, las risas, los suspiros, las conversaciones y todos y cada uno de los sonidos que tienen lugar en el transcurso de nuestras reuniones. Pues bien..., últimamente le ha dado por enviarme por correo una serie de grabaciones desternillantes, elaboradas a partir de todos esos sonidos que furtivamente se cuelan en la grabadora, a las que yo he acabado por denominar "Mondiabluras", tres de las cuales quiero hoy compartir con vosotros. Así que, sin más preámbulos y explicaciones, aquí os las dejo, ilustradas con esa foto de arriba que le hice el 9 de mayo del año pasado después de una actuación en el Palacete de la Seda, una preciosa e histórica mansión reconvertida en restaurante que se encuentra en la no menos histórica pedanía murciana llamada Llano de Brujas (¡ahí es nada!) y este collage de más abajo, realizado por el propio Monda con la figura que él mismo diseñó para adornar el clavijero o cabezal de su preciosa y exclusiva guitarra. El vídeo final no es más que un ejercicio posterior (aunque no está ni mucho menos a su altura) elaborado por mí a partir de la primera de las "Mondiabluras". Espero que las disfrutéis y valoréis como lo que son: las travesuras cómplices de un gran amigo y compañero desde hace ya... ¡casi cuarenta años!
