¡Por fin, amigos! Ya disponemos de la programación del XXVII Festival Internacional de Jazz, que está a la vuelta de la esquina y este año se presenta con un notable acento caribeño. ¡Jazz latino como para pararun tren! Bien podríamos asegurar (aunque no sea exactamente así) que el jazz más clásico y tradicional correrá a cargo de los grupos locales; tres formaciones (una menos que el año pasado) que representan lo mejorcico que tenemos en nuestra tierra: Smart Set Sextet, Traffic Jam y The Hot Cinco; aunque echaremos de menos a muchos de nuestros músicos más solventes, que no podrán estar presentes por una razón ya consabida: la falta de un presupuesto digno.
Los modélicos Smart Set acuden a esta convocatoria por primera vez en formación de sexteto; los hemos visto muchas veces en trío y, sobre todo, en cuarteto. Marcial Picó (flauta travesera), Javier Bermejo (piano), Andrés Lizón (contrabajo) y Curro García (batería) son cuatro excelentes músicos que ejecutan el jazz con demostrado oficio e indiscutible elegancia. En esta ocasión han incorporado a un trompetista y friscornista, Pep Antón, y a un saxofonista, Pierre León, lo que hace aún más atractiva su comparecencia ante el nutrido y sensato público murciano. Estoy ya impaciente por verlos nuevamente en acción.
Ellos serán los encargados de inaugurar el festival junto a otro grupo no menos experimentado y competente, Traffic Jam, formado por cuatro talentosos músicos cartageneros con una larga trayectoria a sus espaldas: Pedro Baños (piano y teclados), los hermanos Víctor Manuel Díaz (guitarra) y José Diego Díaz (bajo), e Israel Martínez (batería). Después de muchos años embarcados sobre todo en el jazz latino y la fusión, este cuarteto ha terminado por adentrarse, sin renunciar a su pasado, en una corriente más sofisticada y contemporánea. No me cabe la menor duda de que en tan trascendental convocatoria sabrán de nuevo dar fe de su profesionalidad y su buen hacer, y que su último trabajo estará a la altura que exigen las circunstancias.
The Hot Cinco es una formación bastante más reciente, aunque los músicos que la componen vienen dando guerra desde hace mucho tiempo en múltiples agrupaciones. Oliver König (saxo alto y clarinete), Thomas Graf (trompeta), Rafa Herrero (trompeta), Pablo Orenes (banjo tenor), Pablo Fojo (contrabajo) y el incombustible Miguel Ángel Orengo (batería) transmitirán toda su alegría y su color en la ya de por sí alegre y colorida Plaza de las Flores, con temas de dixi y el swing más ancestral. Recuperan así el espíritu del jazz en la calle que nunca debió desaparecer de nuestro longevo festival. No hay nada mejor que eso, os lo aseguro, para acompañarnos al mediodía en nuestra castiza plaza mientras nos tomamos las cañas y las suculentas marineras.
La representación internacional no tiene desperdicio, y de no ser tan sólo tres los grupos invitados situaría el festival al nivel de los más grandes festivales de jazz nacionales y europeos; eso sí, con una gran diferencia respecto a la mayoría de estos: el nuestro es totalmente gratuito.
Ello no es óbice para dejar de exigir a la organización un mayor presupuesto, una mayor presencia de grupos regionales, nacionales (que desde hace años brillan por su ausencia) e internacionales, así como una mejor difusión. ¿Para cuándo un programa en condiciones, con documentación e información pertinentes y actividades paralelas que le otorguen al festival el caché internacional que verdaderamente se merece? Pasan los años y apenas hay pruebas fehacientes que demuestren que aquí tiene lugar uno de los festivales más veteranos de España. Nuestro ayuntamiento y nuestros promotores deberían sentarse a recapacitar.
Parece como si consideraran que este festival supone más un gasto que una inversión y estuvieran dejando pasar, año tras año, una ocasión inmejorable para promocionar nuestra región, nuestro sentido de la cultura e incluso a nuestros músicos, que en nada desmerecen respecto a los de otras regiones españolas. En fin..., ¡si no lo digo, reviento!
Como decía al principio, las actuaciones estelares vienen repletas de ritmos afro-cubanos y puertorriqueños. Tanto es así, que varios de los componentes de las tres bandas tienen raíces netamente latinas y, a buen seguro, algunos son colegas que han cruzado sus destinos en múltiples ocasiones y han grabado o colaborado con los mismos grandes líderes musicales.
En Al Di Meola Project, el prestigioso guitarrista se ha rodeado de cuatro músicos magistrales que merecerían por sí solos una tesis doctoral: el bonaerense Mario Parmisano (no Mariano, como reza en el programa) acompaña al piano y los teclados a Di Meola desde 1993; es, además compositor y arreglista y ha colaborado con músicos de gran calibre como Astor Piazzolla, Herbie Hancock o John Patitucci.
El bajista Mike Pope, nacido en Ohio (EEUU), ha tocado y grabado con los hermanos Michael y Randy Brecker (recientemente fallecido), Chick Corea y The Manhattan Transfer, por poner sólo unos ejemplos.
El alegre y enérgico percusionista Gumbi Ortiz, hijo de emigrantes cubanos nacido en el llamado "Bronx del Sur" de Nueva York, es también un gran compositor y heredero de la música latina y caribeña, que ha practicado todos los estilos (jazz-fusion, pop, funk, retro-soul, samba) y colaborado nada menos que con Miles Davis, Gato Barbieri o Nat Adderly.
El puertorriqueño Tony Escapa, hijo del renombrado pianista Antonio Escapa III, a quien acompañó desde su más tierna juventud, es un virtuoso baterista que ha trabajado junto a Paquito de Rivera, Miguel Zenón, Simon Shaheen, John Benítez y, cómo no, Caribbean Jazz Project.
Del archiconocido Al Di Meola, hijo de italianos emigrados a New Jersey, baste recordar sus clarísimas influencias de su principal maestro, el guitarrista Larry Coryel, y sus históricas colaboraciones con Paco de Lucía y John McLaughlin, así como sus innumerables trabajos junto a Chick Corea, Steve Winwood, Frank Zappa o Stevie Wonder. Al Di Meola es, indudablemente, un virtuoso de la guitarra tanto eléctrica como acústica y uno de los máximos representantes de la fusión jazzística con el rock y las llamadas "músicas del mundo".
El vigoroso Eddie Palmieri, uno de los más importantes pianistas de jazz latino de la segunda mitad del siglo XX, acude también acompañado por excelentes músicos, entre los que cabe destacar al trompetista de Illinois Bryan Lynch (que ha trabajado junto a monstruos como Art Blackey, Benny Golson y Horace Silver) y al saxofonista cubano Yosvany Terry, también compositor y educador, que cuenta en su currículum con soberbias colaboraciones junto a Chucho Valdéz, Roy Hargrove o Steve Coleman.
En la sección rítmica, dos auténticas máquinas caribeñas: el conguero Vincent Rivero y el timbalero José Claussell; y al contrabajo, un especialista en sesiones de grabación en Nueva York, el cubano Rubén Rodríguez, que es también un asiduo colaborador de Bebo Valdéz.
Eddie Palmieri es ya toda una leyenda por su forma de tocar el piano como lo que en el fondo es: un instrumento de percusión. Se dice que de joven fue expulsado de una orquesta por destrozar las teclas, y que sus conciertos constituyen un verdadero combate entre él y su instrumento.
Eddie Palmieri es, además, un auténtico coleccionista de premios Grammy por trabajos como "The Sun Of Latin Music", "Palo Pa' Rumba", "Solito" o "Masterpiece".
La sangre más fresca del festival correrá por las venas de los componentes del David Sánchez Quartet. El saxofonista David Sánchez, nacido en Guaynabo (Puerto Rico) en 1968, cambió a los 15 años la trompeta por los saxos tenor y soprano tras escuchar a John Coltrane, e hizo su debut como solista el 11 de enero de 1991 en San Juan de Puerto Rico. Poco después se integró en la United Nation Orchestra de Dizzy Gillespie. Asimismo, ha tocado y grabado con Eddie Palmieri, Hilton Ruiz, Charlie Sepúlveda y Arturo Sandoval, y ha sido nominado varias veces a los premios Grammy en la categoría de Jazz Latino.
Y no puedo finalizar esta crónica sin aludir a las sendas jamsessions organizadas por la Asociación Zarangojazz (que también ha colaborado en la programación de este XXVII Festival en el apartado de grupos murcianos) en el café-bar La Muralla del Rincón de Pepe, los días 3 y 4, después de las actuaciones en el Teatro Romea, en las que se prevé una cálida intercomunicación entre músicos locales y extranjeros. ¡Por favor, no cometáis la imprudencia de perdéroslas!
Ahora os dejo con la programación más detallada del XXVII Festival que se avecina. ¡Salud y hasta la próxima!
Miércoles, 2 de mayo
SMART SET SEXTET
Marcial Picó flauta travesera
Pierre León saxo tenor
Pep Antón trompeta y friscornio
Javier Bermejo piano
Andrés Lizón contrabajo
Francisco García batería
TRAFFIC JAM
Pedro Baños piano
Víctor Manuel Díaz guitarra
José Diego Díaz bajo
Israel Martínez batería
Teatro Romea. 21,30 h.
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Jueves, 3 de mayo
DAVID SÁNCHEZ QUARTET
David Sánchez saxos tenor y soprano
Lage Lund guitarra
Ricardo Rodríguez bajo
Henry Cole batería y percusión
Teatro Romea. 21,30 h.
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Viernes, 4 de mayo
AL DI MEOLA PROJECT
Al Di Meola guitarras
Mario Parmisano piano y teclados
Gumbi Ortiz percusión
Tony Escapa batería
Mike Pope bajo
Teatro Romea. 21,30 h.
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Sábado, 5 de mayo
THE HOT CINCO
Oliver König saxo alto y clarinete
Thomas Graf trompeta
Rafael Herrero trompeta
Pablo Orenes banjo tenor
Pablo Fojo contrabajo
Miguel Ángel Orengo batería
Plaza de
EDDIE PALMIERI & AFRO-CARIBBEAN JAZZ ALL STARS
Eddie Palmieri piano
Brian Lynch trompeta
Yosvany Terry saxo
Vincent Rivero congas
Rubén Rodríguez contrabajo
José Claussell timbales
Teatro Romea. 21,30 h.
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1 comentario:
Creo que los organizadores te deben una cena. Buena programación.
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