Fotografía © Martín Cohen (www.congahead.com).
¡Cómo es la vida! ¡Y con qué misteriosa naturalidad hace rimar a veces los acontecimientos!
El pasado día 4, víspera de mi 26 aniversario de casado, me autorregalé para celebrarlo dos magníficos CD’s de la factoría Van Gelder: el mítico Afro-Cuban de Kenny Dorham y The Latin Bit, del pulcro guitarrista Grant Green. Y lo hice, sobre todo, porque ambas grabaciones tienen un denominador común: en ellas participó el extraordinario e innovador maestro cubano de la percusión Carlos Valdés, alias “Patato”.
Pues bien. Ayer, cuando me disponía a deshacerme de los periódicos acumulados durante varios días, la mayoría de los cuales ni siquiera había hojeado, sentí el impulso de echarles un rápido vistazo; cogí al azar El País del viernes, 7 de diciembre, y comencé a pasar páginas como un poseso, intentando extraer algo novedoso de todas aquellas noticias ya atrasadas. De repente, mis ojos se detuvieron en el primer titular de la página 44: “Carlos ‘Patato’ Valdés, percusionista cubano” . Era la página de obituarios. Comencé a leer, emocionado y en cuclillas, la extensa y semblanza escrita por Diego A. Manrique: “Carlos Valdés, conocido universalmente como ‘Patato’, falleció el 4 de diciembre en Cleveland”.
¡Había fallecido el mismo día que yo compré esos discos!
Nada más terminar de leer el obituario, recorté la noticia, metí los seis o siete periódicos en una bolsa para tirarlos más tarde y me fui directo a escuchar de nuevo mis últimas adquisiciones. Desde ayer por la mañana no he oído otra música. Son dos grabaciones espléndidas, excelentemente remasterizadas por Rudy Van Gelder. En este preciso instante estoy degustando el elegante y melancólico Lotus Flower, que es el segundo tema del álbum Afro-Cuban.
Este álbum, que también tengo en vinilo, grabado en New Yersey los días 29 y 30 de marzo de 1955, constituyó todo un hito y supuso, para mayor gloria del Latin Jazz, la introducción y presentación de Carlos “Patato” Valdés en el mundo del jazz, nada menos que de la mano de Kenny Dorham y junto a músicos de talla insuperable como Art Blackey, Jay Jay Johnson, Cecil Payne (también recientemente fallecido, según he sabido hace unos días por la fotógrafa de jazz Esther Cidoncha), Horace Silver y Oscar Petteford. ¡Ahí es nada!
El otro disco, The Latin Bit, grabado igualmente en New Yersey el 26 de abril y el 7 de septiembre de 1961, es también una verdadera maravilla. No en vano, es el álbum de Grant Green favorito de Georges Benson. En él podemos escuchar versiones deliciosas de clásicos de la música latinoamericana y brasileña como Bésame Mucho, Mama Inez, Tico Tico o Brazil. Con Ike Quebec al saxo tenor, Johnny Acea al piano y Wendell Marshall al bajo, la sección rítmica brilla particularmente con un trío de ases de la percusión: Willie Bobo a la batería, Carlos “Patato” Valdés a las congas y el minucioso Garvin Masseaux con el chekere. El álbum se abría con Mambo Inn, de Bauza, y se cerraba con My Little Suede Shoes, de Charlie Parker; pero la nueva remasterización añade tres temas no incluidos en la grabación original: Blues For Juanita, Hey There y una curiosísima versión en swing bossanovero de Granada, el sempiterno tema del augusto maestro mexicano Agustín Lara.
El pasado día 4, víspera de mi 26 aniversario de casado, me autorregalé para celebrarlo dos magníficos CD’s de la factoría Van Gelder: el mítico Afro-Cuban de Kenny Dorham y The Latin Bit, del pulcro guitarrista Grant Green. Y lo hice, sobre todo, porque ambas grabaciones tienen un denominador común: en ellas participó el extraordinario e innovador maestro cubano de la percusión Carlos Valdés, alias “Patato”.
Pues bien. Ayer, cuando me disponía a deshacerme de los periódicos acumulados durante varios días, la mayoría de los cuales ni siquiera había hojeado, sentí el impulso de echarles un rápido vistazo; cogí al azar El País del viernes, 7 de diciembre, y comencé a pasar páginas como un poseso, intentando extraer algo novedoso de todas aquellas noticias ya atrasadas. De repente, mis ojos se detuvieron en el primer titular de la página 44: “Carlos ‘Patato’ Valdés, percusionista cubano” . Era la página de obituarios. Comencé a leer, emocionado y en cuclillas, la extensa y semblanza escrita por Diego A. Manrique: “Carlos Valdés, conocido universalmente como ‘Patato’, falleció el 4 de diciembre en Cleveland”.
¡Había fallecido el mismo día que yo compré esos discos!
Nada más terminar de leer el obituario, recorté la noticia, metí los seis o siete periódicos en una bolsa para tirarlos más tarde y me fui directo a escuchar de nuevo mis últimas adquisiciones. Desde ayer por la mañana no he oído otra música. Son dos grabaciones espléndidas, excelentemente remasterizadas por Rudy Van Gelder. En este preciso instante estoy degustando el elegante y melancólico Lotus Flower, que es el segundo tema del álbum Afro-Cuban.
Este álbum, que también tengo en vinilo, grabado en New Yersey los días 29 y 30 de marzo de 1955, constituyó todo un hito y supuso, para mayor gloria del Latin Jazz, la introducción y presentación de Carlos “Patato” Valdés en el mundo del jazz, nada menos que de la mano de Kenny Dorham y junto a músicos de talla insuperable como Art Blackey, Jay Jay Johnson, Cecil Payne (también recientemente fallecido, según he sabido hace unos días por la fotógrafa de jazz Esther Cidoncha), Horace Silver y Oscar Petteford. ¡Ahí es nada!
El otro disco, The Latin Bit, grabado igualmente en New Yersey el 26 de abril y el 7 de septiembre de 1961, es también una verdadera maravilla. No en vano, es el álbum de Grant Green favorito de Georges Benson. En él podemos escuchar versiones deliciosas de clásicos de la música latinoamericana y brasileña como Bésame Mucho, Mama Inez, Tico Tico o Brazil. Con Ike Quebec al saxo tenor, Johnny Acea al piano y Wendell Marshall al bajo, la sección rítmica brilla particularmente con un trío de ases de la percusión: Willie Bobo a la batería, Carlos “Patato” Valdés a las congas y el minucioso Garvin Masseaux con el chekere. El álbum se abría con Mambo Inn, de Bauza, y se cerraba con My Little Suede Shoes, de Charlie Parker; pero la nueva remasterización añade tres temas no incluidos en la grabación original: Blues For Juanita, Hey There y una curiosísima versión en swing bossanovero de Granada, el sempiterno tema del augusto maestro mexicano Agustín Lara.
Ambos álbumes pueden adquirirse en múltiples tiendas a un precio excepcional; a mí me costaron poco más de 7 € cada uno, pero los he visto ya en algunas tiendas "on line" sensiblemente más baratos. Son verdaderas obras maestras que no deberían faltar en la colección de todo buen aficionado.
Y, en fin, además de todo esto, ¡qué podría yo deciros de ese pequeño gran hombre que fue Carlos "Patato" Valdés que no se haya dicho ya...! En http://www.herencialatina.com/ podéis leer otra larga semblanza escrita por Israel Sánchez-Coll; y en http://www.congahead.com/, disfrutar de una profusa galería de imágenes realizadas durante toda una vida por Martin Cohen: A Tribute to a conga king...
Carlos "Patato" Valdés... ¡Requiescant in Jazz!
5 comentarios:
Buenas Sebastián. Cuando era un crío sentí algo parecido. Al día siguiente de comprar el último "Lon Plei" de Nirvana (In utero), Kurt Cobain no aguantó más y se quitó la vida. No fue un gran hombre: cobarde o valiente?
Sí que es espeluznante. Pero no deja de ser pura casualidad, nada más que eso.
Saludos.
Yo creo que el día que compraste los discos tuviste una premonición.
"¡Qué rico toca Patato! ¡sabroso toca Patato! ¡castiga el cuero Patato!"
Besos.
Magistral Grant Green! Excelente su disco The Latin Bit. No me lo esperaba tan bueno y me he llevado una sorpresa. Me he fiado de ti totalmente, he comprado los discos que recomiendas y ha valido la pena. Grant Green me esta maravillando y como tu dices pulcro y sobrio. Perfecto! Como buena aficionada te estoy muy agradecida por el buen gusto de la recomendación. Y el disco de Kenny Dorham Afro-Cuban es una delicia. Aproveché ayer en el Fnac para comprarme algunos discos más de jazz. Por ejemplo de Dorham también “Trompeta Toccata”; y a ver qué tal es uno de Chet Baker & Art Pepper “Complete recordings”, seguro que lo disfruto. Ya ves que en tu blog tienes seguidores “activos”.
Lucía y "el otro": me han pasado suficientes "casualidades" de esa índole en la vida como para creer que, efectivamente, podrían ser "premoniciones". Lo sean o no, se trata, indudablemente, de rimas de los acontecimientos sorprendentes.
Esther: sabía que te gustarían esos discos y que apreciarías el modo de tocar de Grant Green. Por otra parte, ese "Complete recordings" de Chet Baker con Art Pepper seguro que está de vicio. ¡Me lo regalaré por mi santo, que viene pronto! ¡Un millón de gracias!
Bueno, yo espero tus recomendaciones de discos en próximas entradas para seguir comprando... y de paso siempre cae algún disco más, y ahora con las rebajas de enero ni te cuento!
Por cierto, quería comentarte que cuando hagas la entra de E Spalding si cuentas con mis fotos, coméntamelo antes porque he pensado que quiero pasarte otras de ella que no estén en mi blog, aparte de esas. Así se ven fotos nuevas. Si te parece bien.
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